Tuesday, June 26, 2012

Nuestros Ojos en Jesús: Antídoto Contra el Temor

Es fácil rendirse en tiempos difíciles; se requiere fe para atravesarlos. Dios quiere seguir fortaleciéndonos y animándonos a "continuar continuando" a través de las tormentas. Dios promete ser nuestro Amparo y Fortaleza (Salmo 46:1-3). Él es el Dios de nuestra salvación, eso significa que nos libera y nos provee un Camino y una salida (Juan 14:6).
Salmo 46:1-3
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
Juan14:6
—Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
Es importante mantenernos gozosos, incluso en tiempos de problemas, porque el Gozo del Señor es nuestra fortaleza (Nehemías 8:10). La depresión, el desánimo y la desesperación sólo nos debilitan, pero ser positivos y buscar algo acerca de lo cual regocijarnos agrega energía a nuestra vida. Podemos regocijarnos simplemente por nuestra relación con el Señor. Él es nuestro gozo, no nuestras circunstancias.
Nehemías 8:10 (NTV)
Luego Nehemías añadió: «Ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza.»
Cuando confiamos en Dios, Él nos capacita para progresar espiritualmente aún durante tiempos de prueba. Por Él, podemos mantenernos caminando hacia adelante. Sigamos caminando cuando el diablo esté acosando. La herramienta favorita que satanás usa contra los hijos de Dios es el miedo, el temor. Si se lo permitimos, el miedo/temor nos inmoviliza, nos impide progresar. Pero gracias a Dios que en Él podemos seguir avanzando, incluso en épocas difíciles de soportar.
Habacuc 3:17-19
Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar.
Tendemos a pensar que el lugar más alto para estar es en la cima de una montaña sin problemas y con todas las cosas yendo bien, pero eso no es verdad, según Habacuc 3:19. Ahí, en esos lugares altos hay problemas, sufrimientos, dificultades y responsabilidades, pero Dios promete que nos dará pies de cierva/gacela. Una cierva/gacela es un tipo de cabra montés que puede brincar libremente aún sobre laderas rocosas y empinadas. Las gacelas parecen trepar las montañas sin ningún esfuerzo por la forma en que Dios las ha hecho.

Como Dios es nuestra Fortaleza, creamos y miremos que Él nos ayudará a avanzar/proseguir a través de los problemas.

Ya que estamos en la barca en medio de la tormenta, veámoslo a Él, pongamos nuestros ojos en Él.

Ya que estamos caminando en las alturas (Habacuc 3:19) veámoslo a Él, porque si miramos mucho tiempo hacia abajo nos daría vértigo y acrofobia espirituales.

El vértigo es una particular sensación de falta de equilibrio. Se siente que las cosas dan vueltas alrededor o que giramos alrededor de las cosas. (Por estar centrados en nosotros mismos).

La acrofobia es un miedo/temor irracional e irreprimible a las alturas. Al igual que otras fobias, la acrofobia genera fuertes niveles de ansiedad en los individuos que la presentan, lo que induce una conducta de evitación de la situación temida. En este caso, las situaciones con una altura notable.

Pero quien haya pasado por una situación así sabrá que si pone su mirada fija en un punto más alto, se evita el padecer vértigo y acrofobia; en lo espiritual esto es: Poner nuestros ojos en Jesús y no en nosotros o las circunstancias.
Hebreos 12:2...puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Y la Palabra dice que Dios nos hace andar en las alturas (Habacuc 3:19), y si nos miramos a nosotros mismos o si miramos mucho tiempo las circunstancias, fácilmente llega el "vértigo y la acrofobia espirituales", esos tipos de temor son contrarios a Dios, porque nos hacen comportarnos de tal manera que queramos evitar la situación temida: Estar en las alturas, es decir, temer a "estar sentados en los lugares celestiales".

Efesios 2:4-10 dice que Dios, es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó... nos dio vida juntamente con Cristo... y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de Su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

Y si padecemos temor a estar sentados en los lugares celestiales con Cristo Jesús, ¿cómo cumpliríamos el "mostrar...las abundantes riquezas de Su gracia en Su bondad para con nosotros en Cristo Jesús"?

Por tanto, regocijémonos en El Señor, nuestro libertador, el Señor Omnipotente, que es nuestra fuerza y da a nuestros pies la ligereza de una gacela y nos hace andar por las alturas.